... de pronto el viejo hombre sentenciado a la soledad política se erguía en la banca, y con admirable teatralidad comenzaba a decir estupideces - Muchas veces hijo mío, gritaba con unas copas más por las nocturnas calles solitarias de los suburbios de esta ciudad - izaba pesadamente en su dedo índice un poco de humo del último cigarro apunto de apagarse - ¡libertad! - y se hacía un eco a sí mismo susurrando - para qué!. si estos perros supieran por qué les tiramos solo los huesos, y muchas veces ya hechos añicos, se llenarían las bibliotecas de todos ellos aprendiendo anatomía de los animales de granja para reclamar mejor parte, aunque no ven diferencia cuando los tortura el hambre. Pero lo sabemos. Sabemos por qué la puta clase rica - aguantaba un inminente eructo - esconde la riqueza con tanta seguridad en una bóveda que tiene por nommbre democracia.
¿Por qué señor? - consultaba la vendedora de comida rápida sirviendo del cucharon una ración extra de caldo con sus manos húmedas que de rato en rato secaba del vapor en su mantel que colgaba del toldo junto con otros utensilios viejos.
Señora mía, mi teoría incompleta no ha de quedar sin respuesta, y la respuesta va más allá de su comprensión - medía la ironía de sus palabras en unos segundos - y su alcance. El mundo crece en mediocridad, las cosas a medias generan error, las cosas sin perfección no sirven, los ricos no invierten en los pobres, solo los programas de ayuda social, algunas veces por hacer propaganda a un producto, pero los países grandes están estudiando cómo reducir al máximo la clase pobre comenzando en el África, y terminando en sus propias ciudades simplemente matando de hambre a los ignorantes, despojando de todo a los hombres sin aspiraciones, ellos venden los servicios más básicos, la salud, también las enfermedades, venden el miedo y la guerra al miedo. Si aquellos dioses del dinero liberaran todos sus medios para comprar la comida del día a todos los pobres, no habría necesidad de trabajar, el dinero perdería su valor, pronto la clase media no necesitaría trabajar, habría desabastecimiento de alimentos transporte y energía, la gente se comenzaría a reproducir y poblar la tierra de más gente pobre, no habría quién sirva a la clase rica y esta volvería a dejar a la gente pobre sin comer, lo único que se puede hacer por los pobres es darles educación y necesidades insatisfechas para que aprendan a luchar por el pan y el progreso personal. Pero uno de los hijos de los dioses, loco por el poder inventó el comunismo ofreciendo una supuesta libertad a todo el mundo, donde no hubieran líderes ni instituciones, ni países, ni policía, ni ejércitos, un pensamiento fácil de digerir y apoyar impulsivamente por la gente humilde de conocimiento y ligera de compromiso. Dijo que todos debían ser iguales y ganar igual desde el primero al último, les quitó todo a los ricos, se lo dio a los pobres, nadie vestía mejor que nadie, pero nadie le reponía el vestido viejo a nadie, sino que ese supuesto gobierno lo repartía al mismo tiempo a todos, nadie sabía que el partido político existía en realidad, y eran aquellos que tenían ahora todas las empresas bajo su poder, y secuestrados y aislados a todos sus cientos de sirvientes, repartían entre aquellos su pobreza. Lo más extraordinario es que tenían en una ciudad hecha de plata a los miembros de su partido, son aquellos que han comprado las escuelas nacionales de este país, han comprado la mediocridad de sus profesores y sus organizaciones para continuar con el atraso continuo, compraron la clase pobre y su estándar con el modelo que les pintan en la televisión, controlan la cantidad de gente que nace y muere en cada estrato social. Todo como tributo a sus padres en el Olimpo. - agitado y satisfecho por haber repasado y reescrito su confuso relato de la realidad en su mente, continuó tomando su aún caliente caldo de gallina gruñendo inconscientemente a cada respiro con la certeza de que nadie le había entendido una sola palabra...